La relación entre el ejercicio y la nutrición es compleja, pero puede simplificarse. A continuación, te presento algunos consejos básicos.

Actividad Física y Alimentación

Si eres una persona activa que realiza al menos 30 minutos diarios de ejercicio intenso (que te hace sudar), tu alimentación debe equilibrar carbohidratos y proteínas.

Por otro lado, si tienes una vida sedentaria, tu alimentación debe ser más rica en proteínas que en carbohidratos.

Si estás enfermo, tu alimentación debe ser más rica en carbohidratos que en proteínas.

Alimentos Ricos en Proteínas

A continuación, te presento una lista de alimentos ricos en proteínas:

Carnes: ternera, cerdo, pollo, cordero, pavo, conejo, etc.
Pescados: atún, salmón, bacalao, merluza, sardinas, caballa, etc.
Huevos: la clara de huevo es una proteína casi pura. Puedes comer 3-4 huevos crudos diarios sin problemas.
Legumbres: lentejas, garbanzos, frijoles, soja (tofú), quínoa, etc.
Frutos secos y semillas: almendras, nueces, pistachos, semillas de chía, etc.

No olvides incluir grasas tanto animales como vegetales en tu dieta, como manteca, aguacate, sal y agua (evita el agua embotellada).

Consejos Adicionales

Recuerda que la hidratación es fundamental. Asegúrate de beber suficiente agua y recuperar sales minerales. También es importante realizar respiraciones profundas para oxigenar adecuadamente tu cuerpo.

Conclusión

En resumen, la clave es definir tu nivel de actividad física y ajustar tu alimentación en consecuencia. Recuerda que “debes comer para vivir, no vivir para comer”. Esto te ayudará a mantener un peso saludable y prevenir problemas de salud más complejos.